Apenas tres días antes, otra inspección había arrojado el hallazgo de 10 celulares, 12 cargadores y diversas sustancias ilícitas.

Un tercer esculque, realizado el 10 de noviembre, sumó otros 11 teléfonos y 22 puntas al decomiso total. La suma de estos hallazgos en tan corto tiempo —más de 30 celulares y 70 armas hechizas— expone una problemática sistémica que permite el contrabando de estos artefactos al interior del reclusorio. Las autoridades han indicado que estos operativos continuarán de manera sorpresiva para evitar el ingreso de objetos que representan un riesgo para la seguridad del personal y de la población penitenciaria. Todo el material confiscado fue puesto a disposición del Ministerio Público y la Fiscalía estatal para iniciar las investigaciones correspondientes y deslindar responsabilidades, incluyendo posibles omisiones o complicidad por parte del personal penitenciario.