"Pido 30 piezas y me traen cinco.

A veces ni la mitad de lo que pido.

Argumentan que no hay", relató Morán, describiendo una escasez que se agrava desde hace meses.

Esta situación ha obligado a los carniceros a reducir sus márgenes de ganancia y a buscar alternativas como la carne importada. En contraste con este panorama inflacionario, el dirigente de la Unión de Locatarios del Centro, Óscar Sánchez, informó que cerca del 40% de los negocios que habían cerrado en el primer cuadro de la ciudad debido a la violencia y la crisis económica han logrado reabrir. Aunque esta cifra representa una señal de resiliencia, los comerciantes reconocen que el panorama general sigue siendo difícil, a pesar de eventos como la Feria Internacional del Libro que generan afluencia temporal.