Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 22:00 horas, cuando varios sujetos armados llegaron al plantel.
De manera premeditada, utilizaron un automóvil como ariete para derribar el portón principal y acceder al recinto.
Una vez dentro, incendiaron otro vehículo que se encontraba en el estacionamiento y realizaron una ráfaga de disparos contra la fachada del edificio, causando daños materiales significativos. Afortunadamente, al ocurrir el ataque en horario nocturno, el colegio estaba vacío, por lo que no se reportaron personas lesionadas.
La respuesta de la dirección del centro educativo fue inmediata: a través de un comunicado, se informó a los padres de familia la suspensión indefinida de las actividades presenciales, migrando a un modelo virtual para salvaguardar la integridad de alumnos y personal. Este acto representa una alarmante escalada de la violencia, al dirigirla hacia infraestructura civil y educativa, lo que genera un profundo impacto psicológico en la comunidad y siembra el pánico entre las familias.
Las autoridades iniciaron las investigaciones correspondientes para identificar a los responsables y esclarecer el móvil del ataque.






