Uno de los incidentes más notables fue el asesinato de un barbero dentro de su propio local en el fraccionamiento Colinas de la Rivera. Sicarios en motocicleta llegaron al establecimiento y le dispararon, huyendo antes de la llegada de las autoridades. En otro hecho, un autolavado en la colonia 4 de Marzo fue atacado a balazos por sujetos armados; aunque no hubo personas lesionadas, tres vehículos de clientes resultaron dañados, sembrando el pánico en el lugar. Asimismo, se reportó el asesinato de un hombre originario de la comisaría de Bellavista, cuyo cuerpo fue encontrado a balazos a espaldas del corredor gastronómico de Bacurimí. Estos eventos, ocurridos en un lapso breve, ilustran un patrón de violencia que se infiltra en la vida diaria de la ciudad. Los ataques en espacios comerciales no solo representan un peligro directo para las víctimas, sino que también generan un clima de miedo que afecta la actividad económica y la libertad de los ciudadanos para transitar y frecuentar lugares públicos.