Las cifras de víctimas varían según los informes, con un reporte inicial de al menos nueve muertos y 118 heridos, y otro posterior que elevó la cifra a 35 fallecidos y 130 heridos.

El ejército israelí confirmó los ataques, y el ministro de Defensa, Israel Katz, declaró: “Prometimos más ataques y hoy asestamos un duro golpe a la organización terrorista hutí en Yemen”. Por su parte, el primer ministro Benjamín Netanyahu afirmó que la ofensiva continuará.

Los hutíes, respaldados por Irán, han intensificado sus ataques contra Israel desde noviembre de 2023 en solidaridad con los palestinos.

Tras los bombardeos, el portavoz militar hutí, Yahya Sarea, aseguró que “esta brutal agresión no quedará sin respuesta ni impune”.

Mahdi Al-Mashat, jefe del Consejo Político Supremo hutí, advirtió que “la agresión nos dará una mayor oportunidad de responder con toda nuestra fuerza”.

Esta escalada amenaza con abrir un nuevo frente activo en el conflicto regional, aumentando la inestabilidad en Medio Oriente.