Como consecuencia, las operaciones en la terminal aérea fueron suspendidas.

El ejército israelí informó que había interceptado otros tres drones provenientes de Yemen, pero admitió que este cuarto aparato logró penetrar su espacio aéreo y alcanzar su objetivo. Los rebeldes hutíes, que controlan vastas zonas de Yemen, han prometido vengar el asesinato de su primer ministro en un ataque aéreo israelí el mes anterior en Saná.

Su líder, Abdul Malik Al Huthi, declaró que continuarían “apuntando a Israel con misiles y drones” y escalarían sus ataques.

En respuesta, el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, advirtió que su país infligiría “las 10 plagas” bíblicas a los hutíes. Este ataque exitoso subraya no solo la creciente capacidad tecnológica y la audacia de los hutíes, sino también la vulnerabilidad de infraestructuras estratégicas dentro de Israel, a pesar de su sofisticado sistema de defensa.