Según los activistas, un dron arrojó un objeto que provocó un incendio, compartiendo un video del supuesto impacto.

Sin embargo, las versiones son contradictorias.

La Guardia Nacional de Túnez desmintió el primer incidente, calificando la noticia de “completamente infundada” y atribuyendo el fuego a un accidente con un chaleco salvavidas y un encendedor o colilla. A pesar de la controversia y los daños materiales, los organizadores afirmaron que la misión pacífica “continúa con determinación y resolución”. Expertos en derechos humanos de la ONU expresaron su “gran preocupación” por la seguridad de los activistas, citando supuestas amenazas del ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben-Gvir, de detener la flotilla y encarcelar a sus participantes. La relatora de la ONU para los territorios palestinos, Francesca Albanese, condenó el suceso y pidió medidas de protección, subrayando que la misión busca romper el bloqueo ilegal sobre Gaza y visibilizar una crisis humanitaria sin precedentes.