Mientras el ejército israelí intensifica su ofensiva en la Ciudad de Gaza, crece la presión interna sobre el primer ministro Benjamín Netanyahu por parte de las familias de los rehenes aún cautivos. Los manifestantes le suplican que detenga la operación militar, temiendo que ponga en peligro la vida de sus seres queridos y obstaculice cualquier posibilidad de un acuerdo para su liberación. Durante la noche, familias de los 48 rehenes que siguen en Gaza se congregaron frente a la residencia de Netanyahu en Jerusalén, montando tiendas de campaña en señal de protesta. Acusan al primer ministro de priorizar la acción militar sobre la seguridad de los cautivos, de los cuales se cree que solo unos 20 siguen con vida.
Einav Zangauker, madre del rehén Matan Zangauker, expresó su frustración: “Si no se detiene ante nada y envía a nuestros preciosos, valientes y heroicos soldados a luchar mientras nuestros rehenes son utilizados como escudos humanos — no es un primer ministro digno”.
El Foro de las Familias de Rehenes ha sido aún más directo, culpando a Netanyahu de sabotear deliberadamente las negociaciones. Tras el ataque israelí en Qatar, la organización emitió un comunicado afirmando que el primer ministro es el “obstáculo para la liberación de los rehenes y el fin de la guerra”.
Añadieron: “Cada vez que se acerca un acuerdo, Netanyahu lo sabotea”.
Esta creciente oposición interna refleja una profunda división en la sociedad israelí sobre la estrategia del gobierno en la guerra, poniendo en tela de juicio el liderazgo de Netanyahu en un momento crítico.
En resumenLa ofensiva en Gaza ha exacerbado las tensiones internas en Israel, con las familias de los rehenes liderando protestas contra el gobierno de Netanyahu. Acusan al primer ministro de priorizar la acción militar sobre la negociación, poniendo en riesgo la vida de los cautivos y saboteando los esfuerzos para lograr su liberación.