Israel ha rechazado “categóricamente este informe sesgado y mentiroso”, calificándolo como propaganda basada en “falsedades de Hamás”.

Chris Sidoti, uno de los comisionados, desestimó la respuesta israelí, afirmando que “siempre dicen lo mismo” y “nunca aportan pruebas”. Aunque la comisión no es una instancia jurídica, sus informes y las pruebas recopiladas pueden alimentar procesos en tribunales internacionales como la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia.