El texto fue presentado por Francia y Arabia Saudita y plantea un plan por fases para poner fin al conflicto.

Una de sus novedades es que, por primera vez, excluye explícitamente a Hamás de las futuras negociaciones de paz, estipulando que el grupo debe “dejar de ejercer su autoridad sobre la Franja y entregar sus armas a la Autoridad Nacional Palestina (ANP)”. La votación se produjo horas después de que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declarara enfáticamente que “no habrá un Estado palestino” durante un acto para expandir los asentamientos en Cisjordania. El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, calificó la resolución como un “teatro” y un “regalo para Hamás”. Por su parte, el embajador palestino, Riyad Mansour, celebró la decisión como un reflejo del “anhelo de casi toda la comunidad internacional de abrir la puerta a la opción de la paz”. La resolución también propone el despliegue de una misión temporal de estabilización internacional bajo el auspicio de la ONU para proteger a los civiles y supervisar un futuro acuerdo de paz.