La escalada más significativa ha sido la respuesta israelí.

Aviones de combate bombardearon el estratégico puerto de Hodeida, en la costa del Mar Rojo, después de emitir una advertencia de evacuación. Israel afirma que el puerto es utilizado para el traslado de armas iraníes.

Estos ataques de represalia, que también han afectado la capital, Saná, y otras zonas controladas por los rebeldes, han causado decenas de víctimas, según fuentes hutíes. Este intercambio de fuego directo demuestra que el conflicto se ha expandido a un frente marítimo crucial, con implicaciones para la seguridad de la navegación en el Mar Rojo.