Una Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU ha concluido que Israel es responsable de cometer genocidio en la Franja de Gaza, con la intención de “destruir a los palestinos”. Esta es la primera vez que un organismo de investigación de la ONU acusa formalmente a Israel de este crimen, lo que representa una escalada significativa en la presión legal y diplomática. El informe, liderado por la jurista Navi Pillay, afirma que las autoridades y fuerzas israelíes perpetraron “cuatro de los cinco actos genocidas” descritos en la Convención sobre el Genocidio de 1948. Estos actos incluyen la matanza de miembros del grupo, causarles daños físicos o mentales graves, imponer condiciones de vida destinadas a su destrucción física y aplicar medidas para impedir nacimientos.
La comisión responsabiliza directamente a altos funcionarios, nombrando al primer ministro Benjamín Netanyahu, al presidente Isaac Herzog y al exministro de Defensa Yoav Gallant como incitadores al genocidio.
El gobierno israelí rechazó “categóricamente este informe sesgado y mentiroso”, afirmando que se basa en “falsedades de Hamás”.
Sin embargo, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, respaldó las conclusiones, declarando que ve “pruebas cada vez más evidentes” de un genocidio.
Aunque la comisión no es una instancia jurídica, sus hallazgos pueden ser utilizados como prueba en tribunales como la Corte Penal Internacional y la Corte Internacional de Justicia.
En resumenEl informe de la comisión de la ONU que acusa a Israel de genocidio en Gaza establece un precedente grave en el ámbito del derecho internacional. Aunque Israel niega rotundamente las acusaciones, la detallada documentación de actos genocidas y la imputación de responsabilidad a sus más altos líderes intensifican el escrutinio global y podrían tener consecuencias legales y diplomáticas a largo plazo para el país.