Esta postura ha sido consistente en vetos anteriores desde noviembre, donde EE.

UU. ha argumentado que un alto al fuego solo envalentonaría a los combatientes de Hamás.

El embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, se hizo eco de esta posición, afirmando que la resolución “no liberará a los rehenes y no traerá seguridad a la región”.

La votación generó una fuerte frustración entre otros miembros del consejo y representantes palestinos.

El embajador de Argelia, Amar Bendjama, expresó su consternación por el fracaso en salvar vidas civiles, mientras que el embajador de Pakistán calificó la votación como “un momento oscuro”. Este veto se produce en un contexto diplomático tenso, justo antes de la Asamblea General de la ONU, donde se espera que aliados clave de EE.

UU. reconozcan al Estado palestino.