En respuesta directa al creciente reconocimiento internacional del Estado palestino, los ministros Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich han exigido medidas drásticas.

Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional, afirmó que la respuesta debe ser “la rápida aplicación de la soberanía en Judea y Samaria”, término israelí para Cisjordania, y el “desmantelamiento completo” de la Autoridad Palestina. Por su parte, Smotrich, ministro de Finanzas, declaró que se debe “eliminar permanentemente de la agenda la insensatez de un Estado palestino” y que la única respuesta es declarar la “soberanía sobre la histórica patria del pueblo judío”. Smotrich también generó controversia al describir Gaza como una “bonanza inmobiliaria”, afirmando que la “demolición, la primera etapa de la renovación de la ciudad, ya fue realizada” y que estaba en conversaciones con Estados Unidos sobre “cómo dividir el enclave después de la guerra”. Estas declaraciones reflejan las posiciones más duras dentro del gabinete de Netanyahu, que contrastan con la necesidad de mantener el apoyo de aliados internacionales y la creciente presión de las familias de los rehenes y activistas por la paz que protestan en Tel Aviv pidiendo el fin de la guerra.