El informe, que intensifica la presión legal y diplomática sobre el gobierno israelí, concluye que se están perpetrando actos genocidas con el objetivo de “destruir a los palestinos”. La Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU, presidida por la jurista Navi Pillay, afirmó que “se está produciendo un genocidio en Gaza” y que “la responsabilidad recae en el Estado de Israel”. El informe detalla que Israel ha cometido “cuatro de los cinco actos genocidas” enumerados en la Convención sobre el Genocidio de 1948: matar a miembros del grupo, causarles daños físicos o mentales graves, someterlos deliberadamente a condiciones de vida calculadas para su destrucción física e imponer medidas para impedir los nacimientos. Además, el documento acusa al presidente Isaac Herzog, a Netanyahu y al exministro de Defensa Yoav Gallant de “incitar a cometer un genocidio”.
La reacción de Israel fue inmediata, rechazando “categóricamente este informe sesgado y mentiroso” y pidiendo la disolución de la comisión. Chris Sidoti, uno de los comisionados, desestimó las críticas israelíes como repetitivas y carentes de pruebas. La acusación de esta comisión, aunque no es una instancia jurídica, alimenta los procesos en curso en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) y la Corte Penal Internacional (CPI), con la que la comisión ha compartido miles de pruebas. Esta postura ha sido respaldada por varios líderes mundiales y por el gobierno de México, cuya presidenta Claudia Sheinbaum también ha calificado la situación de genocidio.