Los ataques israelíes han sido incesantes y han afectado gravemente a la infraestructura civil.
Informes de agencias de noticias y fuentes médicas locales documentan bombardeos sobre barrios residenciales e instalaciones protegidas por el derecho internacional. El hospital Al Helou, que atendía a 12 bebés prematuros, fue alcanzado por proyectiles de artillería, mientras que el principal centro de la Sociedad Palestina de Socorro Médico en Ciudad de Gaza fue completamente destruido tras una orden de evacuación. El secretario general de la ONU, António Guterres, describió los "horrores" en Gaza, afirmando que "la escala de la muerte y la destrucción rebasa cualquier otro conflicto" durante su mandato. La crisis ha desplazado a más del 90% de la población, y Philippe Lazzarini, comisionado de la UNRWA, advirtió que las escuelas han sido "completamente destruidas". En respuesta, la Comisión Europea anunció 50 millones de euros adicionales en ayuda humanitaria, aunque la comisaria Hadja Lahbib subrayó que "la financiación por sí sola no es suficiente" y que es imperativo garantizar el acceso humanitario y proteger a los civiles.













