La presidenta Sheinbaum declaró enfáticamente que los connacionales “no cometieron ningún delito” y que su única intención era llevar ayuda humanitaria. “Exigiendo que de inmediato sean repatriados nuestros connacionales”, comentó en conferencia.

La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó haber enviado cuatro notas diplomáticas desde el 2 de septiembre: la primera para solicitar garantías sobre su integridad física, y las posteriores para exigir su repatriación tras la detención. La SRE también solicitó acceso consular para apoyar a los detenidos, quienes se encuentran en el Puerto de Asdod. A pesar de la firmeza en la demanda, la presidenta descartó que la ruptura de relaciones con Israel esté en discusión. El analista político internacional, Joseph Hage, opinó que Israel no tiene antecedentes de encarcelar a estos activistas y que lo más probable es que sean deportados, calificando la flotilla como un “truco político” con un impacto humanitario limitado.