En sus declaraciones, expresó: “Pusimos fin a la guerra en Gaza y, de forma más amplia, creamos paz, y creo que será una paz duradera, ojalá eterna para Medio Oriente”. Para supervisar el proceso, Washington enviará a unos 200 efectivos estadounidenses, ya estacionados en la región, que se unirán a una fuerza internacional con tropas de Egipto, Qatar y Turquía para supervisar el cumplimiento del acuerdo. Además, el plan contempla la creación de una “Junta de la Paz” presidida por el propio Trump y con la participación del ex primer ministro británico Tony Blair, que supervisaría un gobierno de transición “tecnocrático y apolítico” en Gaza. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, reconoció el papel de la administración estadounidense, agradeciendo a los enviados especiales Steve Witkoff y Jared Kushner por su “extraordinaria ayuda” y las “largas horas” de trabajo, destacando que el acuerdo “es para el beneficio de Israel y EE.

UU.”.

Hamás también ha solicitado garantías directas de Trump y los países patrocinadores para asegurar el fin permanente del conflicto.