Además, se implementó una hambruna generalizada mediante bloqueos militares, lo que ha provocado que casi uno de cada cuatro niños sufra malnutrición aguda grave. El periódico israelí Haaretz reveló que los soldados recibieron órdenes de disparar sobre la población civil en puntos de distribución de alimentos, descritos por un soldado como un "campo de tiro". La crisis humanitaria se extiende a los más de 10,800 palestinos detenidos en cárceles israelíes en condiciones descritas como inhumanas.