Un alto cargo del movimiento declaró a AFP que la propuesta de entregar las armas "está fuera de discusión y no es negociable". Otro miembro del comité político, Hosam Badran, advirtió que las negociaciones sobre la segunda fase del plan serán "más complejas y difíciles".

En cuanto a la gobernanza, Hamás ha confirmado que no participará en el gobierno de transición, renunciando al control de la Franja.

Sin embargo, una fuente del movimiento aclaró que Hamás "sigue siendo una parte fundamental del tejido social palestino".

Esto choca con el plan estadounidense, que contempla un "comité palestino tecnocrático y apolítico" supervisado por una "Junta de Paz" internacional dirigida por Trump. La cuestión del Estado palestino también sigue en el aire; mientras el presidente egipcio, el-Sisi, lo considera el objetivo final, Trump ha evitado el tema, enfocándose en la reconstrucción. Estas profundas divergencias sobre el futuro político y de seguridad de Gaza dejan la paz en una posición extremadamente precaria.