Entre los fallecidos se cuentan al menos 18,430 menores.

La violencia también se ha intensificado en Cisjordania. La Oficina de Derechos Humanos de la ONU denunció un “hito trágico” al reportar que más de mil palestinos han sido asesinados en Cisjordania por tropas y colonos israelíes desde el inicio de la guerra, de los cuales uno de cada cinco eran niños. Los informes también documentan ataques de colonos israelíes contra civiles palestinos, como los ocurridos contra recolectores de aceitunas en Nablus y Salfit.

El trauma del conflicto también ha dejado secuelas psicológicas profundas.

Un ejemplo trágico es el de Roei Shalev, un sobreviviente de la masacre en el festival musical Nova, quien presenció el asesinato de su novia y su mejor amiga. Tras casi dos años de sufrimiento, Shalev se quitó la vida, un hecho que la Asociación Comunitaria de la Tribu Nova destacó como un recordatorio de la “profunda angustia emocional” que padecen los sobrevivientes. Estas cifras y eventos subrayan la magnitud de la tragedia humana y el alcance de la violencia en todos los territorios palestinos.