Abeer Etefa, portavoz del PMA, señaló que solo ingresan 750 toneladas de alimentos al día, una cantidad muy inferior a las 2,000 toneladas diarias necesarias para los 2.3 millones de habitantes. El norte de Gaza es la zona más afectada, con unas 500,000 personas en estado de hambruna o riesgo severo. La distribución de la ayuda es extremadamente difícil, ya que, según la ONU, los ataques israelíes han destruido las carreteras, paralizando los convoyes humanitarios. El bloqueo de los cruces fronterizos del norte, como Zikim y Erez, agrava la situación, impidiendo que la ayuda llegue a las zonas más necesitadas.