Este proceso ha sido un desafío humanitario y forense.

Las familias palestinas acuden al Hospital Nasser en el sur de Gaza para intentar identificar a sus seres queridos entre cuerpos en avanzado estado de descomposición, sin que Israel proporcione identificación ni permita la entrada de material para pruebas de ADN. Algunos familiares y funcionarios de salud han denunciado que los cadáveres muestran posibles signos de abuso, como manos atadas. Por su parte, el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, se reunió con familiares de rehenes israelí-estadounidenses y prometió solemnemente: “No olvidaremos las vidas de los rehenes que murieron en cautiverio.

No descansaremos hasta que todos los restos sean devueltos”.

Su visita reafirma la alianza estratégica con Israel y el compromiso de Washington con el aspecto humanitario del acuerdo. El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos agradeció la postura de Rubio, recordando que “Trece rehenes aún necesitan regresar a casa”.