Sin embargo, esta aparente desescalada choca con la realidad en el terreno. El ejército israelí confirmó haber realizado un ataque aéreo “necesario y preventivo” en la zona de Nuseirat, en el centro de Gaza, contra un presunto miembro de la Yihad Islámica que, según Israel, planeaba un ataque inminente.
Esta acción militar, aunque justificada por Israel como defensiva, pone en riesgo los esfuerzos diplomáticos para estabilizar la región.
Desde la perspectiva palestina, la situación es aún más grave.
El Ministerio de Sanidad de Gaza denunció “violaciones graves y reiteradas” del acuerdo por parte de Israel, reportando que desde el inicio de la tregua el 11 de octubre, 88 personas han muerto y 315 han resultado heridas en territorio gazatí. Según sus cifras, la mayoría de las más de 68,000 víctimas mortales del conflicto son mujeres y niños.













