El destino de los rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre de 2023 sigue siendo una herida abierta para la sociedad israelí, con familias que luchan por la devolución de los cuerpos de sus seres queridos y testimonios de los liberados que revelan un trato brutal durante su cautiverio. El Foro de Familias de Rehenes ha exigido al gobierno israelí y a los mediadores internacionales que no avancen a la siguiente fase del acuerdo de alto el fuego hasta que Hamás cumpla con la devolución de los restos de los 28 cautivos fallecidos. Hasta ahora, el grupo islamista solo ha entregado los cuerpos de 15 rehenes, alegando dificultades para localizar y extraer los demás de entre los escombros de Gaza. Mientras tanto, los relatos de los 20 rehenes liberados con vida pintan un cuadro aterrador.
Familiares han descrito que sus seres queridos fueron mantenidos en condiciones inhumanas, algunos en jaulas de apenas 1.8 por 1.6 metros donde no podían ponerse de pie. Otros fueron retenidos en fosas subterráneas sin suficiente oxígeno o en túneles.
Guy Gilboa Dalal, uno de los liberados, fue mostrado en un video de Hamás demacrado mientras cavaba su propia tumba. Su hermano, Gal, confirmó que Hamás “los hizo pasar hambre para convertirlos en ejemplos visibles de lo que es el hambre”. Además de la inanición, los cautivos sufrieron manipulación psicológica, con sus captores diciéndoles que el ejército israelí los buscaba para matarlos. Un responsable de Hamás negó las acusaciones de tortura, afirmando que los rehenes fueron tratados “de acuerdo con las enseñanzas del islam”.
En resumenLa cuestión de los rehenes sigue siendo un punto crítico y doloroso. Mientras las familias claman por el retorno de los cuerpos para poder cerrar su duelo, los testimonios de los supervivientes exponen la crueldad del cautiverio y el largo camino de recuperación física y mental que les espera.