Decenas de miles de judíos ultraortodoxos han salido a las calles de Jerusalén para protestar contra el servicio militar obligatorio, una controversia que divide a la sociedad israelí y pone en jaque la coalición de gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu. La manifestación se tornó trágica con la muerte de un adolescente, intensificando el debate nacional sobre la exención del reclutamiento para estudiantes religiosos. La masiva protesta, que congregó a unas 200,000 personas, bloqueó la autopista Ruta 1, una de las principales entradas a Jerusalén. El centro del conflicto es la histórica exención del servicio militar para los estudiantes de seminarios ultraortodoxos, una política que una gran parte de la sociedad israelí considera una carga injusta, especialmente tras las guerras de los últimos dos años, que han causado el mayor número de bajas militares en décadas. La tensión se agudizó cuando el Tribunal Supremo ordenó el fin de las exenciones el año pasado, obligando al Parlamento a redactar un nuevo proyecto de ley que no ha logrado consenso.
Esta situación ha generado una grave crisis política para Netanyahu.
En julio, los partidos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá (UTJ) abandonaron su coalición de gobierno en protesta, debilitando significativamente su administración, ya presionada por sectores de extrema derecha descontentos con el alto el fuego con Hamás. Los líderes ultraortodoxos sostienen que la dedicación al estudio de las escrituras es sagrada y temen que el servicio militar aleje a sus jóvenes de la vida religiosa. La muerte de un joven de 15 años tras una caída durante la manifestación ha añadido una dimensión trágica al polarizado debate.
En resumenUna masiva protesta de 200,000 judíos ultraortodoxos en Jerusalén contra el servicio militar obligatorio resultó en la muerte de un joven de 15 años. La manifestación refleja la profunda división en la sociedad israelí sobre la exención del reclutamiento para estudiantes religiosos, una política que el Tribunal Supremo ha ordenado terminar. Esta crisis política ha debilitado la coalición de gobierno de Netanyahu, tras la salida de los partidos ultraortodoxos en protesta por la reforma.