La tragedia de Roi Wasserstein, un enfermero militar de 24 años que se suicidó tras más de 300 días de servicio en Gaza, ha impulsado a su hermano a crear centros de atención. “Si un soldado muere por sus heridas en combate y otro se quita la vida por lo que ha vivido, significa que ambos han sido heridos”, lamenta. En respuesta a la falta de apoyo, veteranos con TEPT han acampado frente al Parlamento para exigir el fin de la burocracia y un tratamiento adecuado para lo que describen como una “lesión del alma”.