La tensión en Cisjordania ocupada ha escalado a la par del conflicto en Gaza, con un aumento de los ataques por parte de colonos israelíes y continuas operaciones militares que han dejado víctimas palestinas. Esta ola de violencia agrava la crisis humanitaria y económica en el territorio, afectando gravemente la vida cotidiana y los medios de subsistencia de la población. La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) reportó que la temporada de cosecha de aceitunas de este año ha sufrido el mayor nivel de daños en cinco años debido a los ataques sistemáticos de colonos israelíes. Un ejemplo claro es la ciudad cristiana de Taybeh, donde se han registrado incendios, destrucción de vehículos y ataques a tierras y viviendas, con el objetivo de desarraigar a las comunidades palestinas. Estos actos de violencia se suman a las operaciones de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). La agencia de noticias Wafa informó de la muerte de palestinos en bombardeos y tiroteos. Además de la violencia física, la población enfrenta un severo bloqueo económico. Aunque los bancos reabrieron, la falta de efectivo, debido a las restricciones israelíes sobre las transferencias de billetes, impide a los ciudadanos cubrir sus necesidades básicas.
La situación se ha visto empañada por escándalos internos en el ejército israelí.
La jefa de la fiscalía militar, Yifat Tomer Yerushalmi, presentó su dimisión tras admitir la filtración de un video que mostraba abusos a un preso palestino, un caso que el ministro de Defensa, Israel Katz, calificó de grave.
A nivel diplomático, la tensión también es palpable.
El embajador israelí ante la ONU, Danny Danon, calificó de “bruja” a la relatora Francesca Albanese por su informe que acusa a Israel de genocidio colectivo en Gaza, a lo que ella respondió que usaría todos sus poderes para detener los crímenes.
En resumenLa situación en Cisjordania refleja una peligrosa espiral de violencia y represión, donde los ataques de colonos y las acciones militares israelíes no solo causan víctimas, sino que también destruyen la economía local y aumentan la desesperación. Este frente del conflicto, a menudo a la sombra de Gaza, es crucial para entender la magnitud de la crisis que afecta a todo el pueblo palestino.