Esta iniciativa busca establecer un marco para la gobernanza y desmilitarización del territorio tras el conflicto.

El borrador propone la creación de una Fuerza Internacional de Estabilización (FIE) que operaría hasta finales de 2027, con el objetivo de desmilitarizar Gaza, proteger las fronteras con Israel y Egipto, y facilitar la ayuda humanitaria. Entre sus tareas se incluiría el desarme de Hamás y otros grupos armados no estatales, la prevención de la reconstrucción de infraestructura militar y el entrenamiento de una nueva fuerza policial palestina. El plan, desarrollado en estrecha consulta con Israel y Egipto, también contempla la creación de un gobierno de transición con personalidad jurídica internacional hasta que la Autoridad Palestina complete un programa de reformas. La propuesta estadounidense no invoca el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, lo que significa que la fuerza no tendría el mismo estatus legal que misiones como la del Líbano y operaría con un mandato diferente. Funcionarios israelíes consideran que el plan se alinea en gran medida con las posiciones de Israel, mientras que Washington busca una votación en el Consejo de Seguridad en los próximos días, argumentando que la presencia de fuerzas de seguridad es vital para garantizar la estabilidad post-conflicto.