Una multitudinaria protesta de judíos ultraortodoxos en Jerusalén contra el reclutamiento militar obligatorio terminó en tragedia con la muerte de un adolescente de 15 años. Este suceso subraya la profunda división social y la crisis política que enfrenta el gobierno de Benjamin Netanyahu por este tema. Cerca de 200,000 manifestantes, en su mayoría hombres, bloquearon la autopista Ruta 1, la principal entrada a la ciudad, para oponerse a un nuevo proyecto de ley que busca eliminar las exenciones del servicio militar para los estudiantes de seminarios religiosos (yeshivas). La frustración en la sociedad israelí secular ha crecido, especialmente después de las recientes guerras que causaron un alto número de bajas militares, pues consideran que la exención es una carga injusta.
El año pasado, el Tribunal Supremo ordenó el fin de esta política, pero el Parlamento no ha logrado consensuar una nueva ley.
La crisis se agudizó en julio, cuando los partidos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá abandonaron la coalición de gobierno de Netanyahu en protesta por la reforma, debilitando su ya fragmentada administración.
En resumenEl debate sobre el servicio militar obligatorio para los ultraortodoxos ha provocado una de las mayores protestas en Israel, resultando en una muerte y exacerbando una crisis política que amenaza la estabilidad del gobierno de Netanyahu. El conflicto refleja una fractura social histórica que se ha intensificado con las recientes presiones de seguridad.