Una ola de suicidios y miles de solicitudes de ayuda psicológica revelan la profunda crisis de salud mental que afecta a los soldados israelíes que regresan de la guerra en Gaza. El conflicto, el más largo y con la mayor movilización de tropas desde 1948, ha dejado secuelas psicológicas severas, conocidas como trastorno de estrés postraumático (TEPT). Un informe del ejército de julio de 2025 indicó que se habían presentado 9,000 solicitudes de reconocimiento de “sufrimiento psicológico” desde el inicio de la guerra. Los veteranos reportan que sonidos cotidianos, como el de un helicóptero, los transportan de vuelta a los combates en ciudades como Jan Yunis.
El impacto del trauma se extiende a sus familias, generando violencia doméstica y separaciones.
El veterano Micha Katz afirmó que 60 soldados se han suicidado en los últimos meses, aunque el ejército no ha proporcionado cifras oficiales. En respuesta, soldados con TEPT han acampado frente al Parlamento para exigir el fin de la burocracia en la atención de salud mental y el reconocimiento de su condición como una “herida invisible” o una “lesión del alma”, tan grave como una herida física. El capitán Israel Ben Shitrit, quien resultó herido en combate, relató su propia lucha contra el TEPT: “El grito del soldado pidiendo ayuda... esté donde esté, siempre lo oiré”.
En resumenLa guerra en Gaza ha desatado una grave crisis de salud mental entre los veteranos israelíes, con un alarmante aumento de casos de TEPT y suicidios. Los soldados afectados exigen un mayor reconocimiento y apoyo del gobierno para tratar las "heridas invisibles" del conflicto, que impactan profundamente sus vidas y las de sus familias.