La cifra de palestinos muertos en la Franja de Gaza a causa de la ofensiva israelí ha superado las 69,000 personas, según el Ministerio de Salud del enclave. Esta actualización se produce en un contexto de devastación generalizada, donde la crisis humanitaria se agrava con una escasez "catastrófica" de agua, una crisis sanitaria por la acumulación de basura y una grave falta de medicamentos. El Ministerio de Salud de Gaza informó que el total de fallecidos alcanzó las 69,169 personas. Este incremento se debe a la recuperación de más cuerpos de entre los escombros desde el alto el fuego del 10 de octubre y a la identificación de cadáveres que no habían sido reconocidos. Desde que comenzó la tregua, se han registrado 241 muertes adicionales.
La situación sanitaria es alarmante.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) alertó sobre la acumulación de casi 2 millones de toneladas de basura, lo que representa un riesgo para el medio ambiente y la salud pública. Mahmoud Abu Reida, residente de Jan Yunis, describió el ambiente fétido: “No huelo aire fresco.
Siento un olor nauseabundo en mi tienda y no puedo dormir”.
A esto se suma la propagación de enfermedades de la piel por el hacinamiento y la falta de medicamentos, con una disponibilidad reducida en más de un 56%. La crisis del agua también ha alcanzado un nivel "catastrófico", ya que solo 17 de los 88 pozos del enclave siguen operativos, y la planta desalinizadora central está fuera de servicio. La destrucción de la infraestructura de aguas residuales obliga a los habitantes a usar letrinas abiertas, agravando los riesgos sanitarios.
En resumenLa guerra en Gaza ha dejado más de 69,000 palestinos muertos, mientras los sobrevivientes enfrentan una crisis humanitaria extrema. La falta de agua potable, la acumulación de residuos y la escasez de medicamentos han creado una emergencia sanitaria que amenaza la vida de cientos de miles de personas, a pesar del alto el fuego.