Los abusos le causaron lesiones graves que requirieron intervención médica.

Posteriormente, el detenido fue liberado y trasladado a Gaza en octubre como parte de un intercambio durante el primer alto al fuego de la guerra. Yifat Tomer-Yerushalmi, quien ostentaba el rango de mayor general, renunció a su cargo el viernes, un día antes de que se hiciera público su arresto, admitiendo su responsabilidad en la filtración del material. Su acción, aunque ilegal según las normativas militares, ha sacado a la luz prácticas que organizaciones de derechos humanos han denunciado sistemáticamente. El caso pone de relieve las tensiones internas en Israel respecto a la rendición de cuentas de sus fuerzas armadas y el manejo de denuncias de violaciones de derechos humanos. La filtración por parte de una figura de tan alto rango sugiere profundas divisiones dentro del estamento militar y judicial sobre la impunidad de estos actos.