Un testigo describió a los atacantes como “bárbaros” que agredieron repetidamente a los presentes.

La violencia sistemática contra agricultores palestinos ha resultado en la destrucción de más de 4,000 olivos desde septiembre, una acción que, según la UNRWA, “amenaza el modo de vida mismo de muchos palestinos”. Esta escalada de agresiones ha provocado lo que la agencia califica como la peor crisis de desplazamiento forzado en Cisjordania desde 1967, con más de 42,000 palestinos obligados a abandonar sus hogares desde octubre de 2023. Hamás ha llamado a la comunidad internacional a condenar el “terrorismo de los colonos”.

Paralelamente, la violencia militar israelí también persiste.

El ejército confirmó haber matado a dos palestinos de 16 años cerca de Judeira, alegando que habían lanzado un cóctel molotov sobre un muro de separación.