Esta acción judicial sin precedentes representa una drástica escalada en la tensión diplomática entre Turquía e Israel.

La investigación de la fiscalía turca se inició a raíz de quejas presentadas por víctimas y miembros de la “Flotilla Global Sumud”, una misión de ayuda civil que fue interceptada por fuerzas navales israelíes. En su comunicado, la oficina del fiscal señaló los ataques “sistemáticos” de Israel contra civiles en Gaza, donde miles de personas, incluyendo mujeres y niños, han perdido la vida. Entre los acusados, además de Netanyahu, se encuentran el ministro de Defensa, Israel Katz; la ministra de Seguridad Fronteriza, Tamara Ben Gvir; el jefe del Estado Mayor General, Eyal Zamik; y el comandante de las Fuerzas Navales, David Saar Salama. La reacción de Israel fue inmediata y desestimó la medida. El ministro de Relaciones Exteriores, Gideon Sa’ar, calificó las órdenes de arresto como “una maniobra publicitaria” del presidente turco Recep Tayyip Erdogan, quien ha sido uno de los críticos más vehementes de la campaña militar de Israel en Gaza.

Sa'ar afirmó que Israel “rechaza con firmeza” la acción.

Este movimiento legal subraya el profundo deterioro de las relaciones entre los dos países, a pesar de que Turquía es uno de los garantes del acuerdo de alto el fuego en Gaza.