Esta prisión había sido cerrada en 1985 por ser considerada inhumana para albergar a miembros del crimen organizado israelí.
El Comité contra la Tortura en Israel (Pcati) denunció que las celdas, un pequeño patio de ejercicios y la sala para reuniones con abogados se encuentran bajo tierra, por lo que “los prisioneros viven sin luz natural”. La organización afirmó que mantener a personas en estas condiciones durante meses “infringen el derecho internacional humanitario y constituyen tortura”, con consecuencias extremas para la salud mental. Tal Steiner, director ejecutivo de Pcati, declaró que las condiciones para los palestinos en todas las prisiones israelíes son “horribles intencionadamente”, lo que hace “muy difícil mantenerse íntegro cuando se está retenido en condiciones tan opresivas y difíciles”.
La revelación sobre la prisión de Rakefet se suma a otras denuncias sobre el trato a los prisioneros palestinos, incluyendo un video filtrado por la exfiscal militar Yifat Tomer Yerushalmi que exhibe abusos sexuales cometidos por militares contra un detenido palestino en la base de Sde Teiman.












