La Franja de Gaza enfrenta una catástrofe humanitaria y sanitaria de proporciones alarmantes, exacerbada por el bloqueo israelí y la devastación de la infraestructura. La acumulación masiva de residuos, la escasez crítica de medicamentos y la destrucción de instalaciones médicas han colapsado el sistema de salud, mientras la cifra de muertos desde el inicio del conflicto supera los 69,000. El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) ha denunciado la existencia de dos millones de toneladas de residuos acumulados en Gaza, creando una “atmósfera pútrida” con “inmensos” riesgos para la salud y el medio ambiente. La basura en descomposición, las aguas residuales estancadas y el humo tóxico de la quema de plásticos han provocado la propagación de enfermedades de la piel, agravadas por el hacinamiento en los campamentos de desplazados. La situación sanitaria es crítica, con el Ministerio de Salud de Gaza reportando que solo el 10% de los medicamentos necesarios ha llegado desde el alto el fuego, y que la disponibilidad de fármacos básicos ha disminuido en más de un 56%.
Al menos 860 farmacias fueron destruidas durante la ofensiva israelí, dejando a unos 350,000 pacientes con enfermedades crónicas sin tratamiento.
A esta crisis se suma la devastación por las inundaciones, que han dejado inservibles 125,000 tiendas de campaña. En medio de este panorama, el Ministerio de Salud gazatí actualizó la cifra de fallecidos desde el inicio de la guerra a 69,169, un número que sigue aumentando con la recuperación de cuerpos bajo los escombros. A pesar de todo, hay pequeños signos de alivio, como la reapertura del hospital al-Kheir y la inauguración de un centro de nutrición por parte de la OMS.
En resumenGaza está sumida en una grave crisis humanitaria, con un sistema de salud colapsado debido a un masivo problema de residuos, una escasez crítica de medicamentos y daños generalizados en la infraestructura. Con un saldo de más de 69,000 muertos, las organizaciones internacionales advierten sobre los enormes riesgos sanitarios y ambientales para la población.