El objetivo estratégico sería atraer a los civiles palestinos a cruzar hacia estas áreas controladas.

Por otro lado, la "zona roja" abarcaría menos de la mitad del territorio de Gaza y albergaría a más de dos millones de palestinos desplazados en condiciones de hacinamiento, ruinas y colapso de servicios básicos. Esta propuesta surge mientras Israel continúa sus operaciones militares a pesar de la tregua, con bombardeos y demoliciones de edificios en áreas como Shujaiya, Rafah y Jan Yunis, lo que agrava la crisis humanitaria. Expertos citados por el diario británico advierten que, sin un plan de paz viable y la retirada de las tropas israelíes, esta división podría convertir a Gaza en un limbo prolongado.