La Autoridad Palestina condenó enérgicamente las declaraciones, calificándolas no como una opinión personal, sino como una "postura oficial del Estado de ocupación" que incita a la violencia y adopta la impunidad como política de gobierno. Las polémicas declaraciones del ministro de extrema derecha se produjeron en un momento delicado, poco después de que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara una resolución respaldando el plan de paz del presidente estadounidense Donald Trump para Gaza. En respuesta a dicha resolución, Ben Gvir pidió el arresto de Abbas. El Ministerio de Exteriores palestino argumentó que estas expresiones evidencian una mentalidad política en el gobierno israelí que rechaza la paz y cualquier tipo de negociación, apostando por una confrontación permanente. Según Ramala, esta retórica no solo pone en riesgo la seguridad de sus líderes, sino que también pretende legitimar crímenes que constituirían graves violaciones al derecho internacional humanitario. La Autoridad Palestina responsabilizó plenamente al gobierno israelí por las posibles consecuencias y exigió a la comunidad internacional que actúe de forma urgente para activar mecanismos de rendición de cuentas y detener lo que describen como un discurso que impulsa el genocidio y el desplazamiento forzado.