Afortunadamente, no se reportaron heridos.

Los 'cascos azules' contactaron a las Fuerzas Armadas israelíes a través de los canales de enlace para que cesara el fuego, y pudieron retirarse 30 minutos después. Por su parte, el ejército israelí ofreció una versión diferente, afirmando que sus tropas identificaron a "dos sospechosos" en la zona de Hammis y dispararon para dispersarlos. Una investigación posterior concluyó que "los sospechosos eran soldados de la ONU que estaban patrullando la zona que fueron clasificados como sospechosos por las malas condiciones meteorológicas". Las FDI enfatizaron que el asunto se está gestionando a través de canales oficiales y que seguirán interviniendo para "eliminar cualquier amenaza al Estado de Israel". La FINUL, en respuesta, instó a las fuerzas israelíes a "cesar cualquier comportamiento agresivo" cerca de las fuerzas de mantenimiento de la paz.