La resolución del OIEA, que recibió 19 votos a favor, insta a Teherán a "cumplir plena y puntualmente con sus obligaciones legales".

La preocupación del organismo se centra en la falta de acceso a las instalaciones atacadas y la ausencia de información sobre 440.9 kilos de uranio enriquecido al 60%, un nivel cercano al necesario para fabricar armas nucleares.

Según Grossi, esta cantidad podría, teóricamente, producir hasta 10 bombas.

Araqchí calificó la resolución de "ilegal e injustificada", argumentando que "ha dañado la credibilidad y la independencia del Organismo y ha causado interrupciones en el proceso de cooperación". Por su parte, el embajador iraní ante el OIEA, Reza Najafi, acusó a las potencias occidentales de usar las demandas del organismo para encubrir la reimposición de sanciones de la ONU.