El análisis, llevado a cabo en un polígono de 37 calles delimitado por Tapia, Padre Mier, Villagrán y Diego de Montemayor, documentó una amplia gama de impedimentos. De los 2,546 obstáculos contabilizados, 1,210 se encontraron en las banquetas y 1,336 en las calles.
El principal problema identificado es la proliferación de puestos fijos y ambulantes, que han tomado control de varias vías sin que el municipio de Monterrey, encabezado por Adrián de la Garza, implemente acciones efectivas para regularlos. La calle Colegio Civil es la más afectada, con 235 obstáculos, de los cuales 224 son puestos comerciales.
Le siguen en desorden vial las calles 5 de Mayo, Garibaldi y 15 de Mayo.
En cuanto a las banquetas, la Avenida Juárez lidera la lista con 142 impedimentos, seguida de Padre Mier y Cuauhtémoc, donde el comercio informal también es el principal transgresor del espacio peatonal. Además de los puesteros, el caos se manifiesta en la acumulación de basura y escombro, mobiliario urbano dañado, registros sin tapa, y el apartado de lugares de estacionamiento con trafitambos y cadenas. El transporte de carga y los taxis que se estacionan en lugares prohibidos también contribuyen significativamente a la obstrucción, generando un entorno caótico y poco amigable para quienes transitan por el corazón de la ciudad.