Tras una inspección, las autoridades estatales clausuraron el centro, citando irregularidades administrativas, falta de limpieza y animales con visible desnutrición y maltrato.
Se informó que muchos de los ejemplares padecían enfermedades infectocontagiosas como moquillo y erlichia canis.
Posteriormente, más de 70 perros y gatos fueron trasladados a instalaciones estatales para recibir tratamiento.
La situación provocó una marcha ciudadana en la que participaron activistas y figuras políticas como Patricio Zambrano, la cual fue reprimida por la policía municipal con gas lacrimógeno y detenciones. En respuesta a la indignación pública, los grupos musicales El Plan y La Morocha cancelaron su participación en los festejos patrios del municipio. El caso también generó un enfrentamiento de declaraciones entre el alcalde Jesús Nava, quien negó las acusaciones de maltrato y muerte masiva, y el gobernador Samuel García, quien calificó la situación de “totalmente inaceptable” y prometió aplicar “todo el peso de la ley”.