Durante su ausencia inicial, el secretario del Ayuntamiento, Mauricio Farah Giacomán, fungirá como encargado de despacho. La ley estipula que, tras la renuncia definitiva, el Cabildo designará un encargado hasta que el Congreso de Nuevo León nombre al alcalde sustituto, quien deberá ser del mismo origen partidista, en este caso, del PAN. La noticia generó reacciones inmediatas, como la del jefe de la Oficina de Monterrey, Fernando Margáin Sada, quien reconoció el legado de Fernández y expresó su confianza en que proyectos clave como la interconexión con Monterrey no se verán afectados, ya que el proceso de licitación de la primera fase ya ha comenzado. “Es una persona que ha regalado diría yo donado mucho de su tiempo San Pedro, con lo cual estamos muy agradecidos, ha hecho un trabajo que sin duda ha marcado lo que es el presente San Pedro”, puntualizó Margáin.

La salida de Fernández no solo implica un cambio administrativo, sino el fin de una era política caracterizada por un estilo de gobierno directo y, en ocasiones, polémico.