La crisis derivó en una manifestación durante las celebraciones del Grito de Independencia, donde la policía municipal reprimió a los manifestantes, resultando en varias detenciones y la cancelación de los conciertos de los grupos El Plan y La Morocha en solidaridad con la protesta. A raíz de las denuncias, la Procuraduría Estatal de Protección al Ambiente (Proepa) intervino, clausuró el centro y trasladó a 34 ejemplares a instalaciones estatales tras constatar que muchos padecían enfermedades infectocontagiosas y desnutrición.