
Alerta sanitaria por gusano barrenador enciende focos rojos en Nuevo León y Estados Unidos
La detección del primer caso de gusano barrenador en Sabinas Hidalgo, Nuevo León, ha encendido las alarmas sanitarias a nivel binacional, provocando una enérgica respuesta de Estados Unidos y una movilización urgente del sector ganadero local. Este brote representa una amenaza directa para la economía pecuaria de la región y pone en riesgo el comercio internacional de ganado. El caso fue identificado en un animal de ocho meses procedente de Veracruz, cuya larva en fase dos fue eliminada de manera oportuna. Sin embargo, la proximidad del brote, a menos de 112 kilómetros de la frontera, motivó al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) a calificarlo como la mayor amenaza para su industria ganadera. La secretaria de Agricultura estadounidense, Brooke Rollins, declaró que proteger a su país de esta plaga “es innegociable y una prioridad absoluta”, advirtiendo que tomarán medidas enérgicas incluso sin la cooperación de México. Como consecuencia, los puertos estadounidenses permanecen cerrados a la importación de ganado, bisontes y caballos mexicanos. Para los ganaderos de Nuevo León, la situación es crítica. Noel Ramírez Mejía, presidente de la Unión Ganadera Regional de Nuevo León (UGRNL), expresó que están “mortificados” y exhortó a los gobiernos federal y estatal a redoblar la vigilancia y destinar más recursos. Este problema se suma a la pérdida del Certificado de Estatus Sanitario para exportar a Estados Unidos a finales de 2023, cuya recuperación requiere un censo de 80 millones de pesos que aún no ha sido financiado en su totalidad. Por su parte, la Asociación Mexicana de Productores de Carne (AMEG) ha señalado que la única estrategia efectiva para erradicar la plaga es la liberación masiva de moscas estériles, y no solo la restricción en la movilización de animales.



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