La interconexión contempla un tramo a nivel en Lázaro Cárdenas, un retorno deprimido y un viaducto elevado que enlazará con la avenida Morones Prieto. La obra es financiada con aportaciones del gobierno estatal, los municipios involucrados y la Fundación Montemayor, reflejando un esfuerzo coordinado para resolver uno de los principales cuellos de botella del área metropolitana.