Benavides señaló que "lo que ocurre bajo tierra en Monterrey puede tener consecuencias en toda el área metropolitana.

Si ya se detectó un daño, lo responsable es revisar todo el sistema".

La propuesta del gobierno estatal de reparar el daño con un sistema de "bypass" fue rechazada por especialistas, quienes alertaron que no garantiza la capacidad hidráulica original y podría crear cuellos de botella. Abraham Vargas, director de Metrorrey, reconoció que la infraestructura dañada pertenece al municipio y que la solución definitiva deberá ser autorizada en conjunto, evaluando costos, tiempos y facilidad constructiva. Vargas afirmó que están "trabajando de manera coordinada para realizar la obra inducida en esta instalación", en conjunto con áreas municipales y la empresa contratista Mota Engil.

El exhorto legislativo busca que se elabore y publique un diagnóstico integral de las afectaciones para prevenir futuras contingencias y sobrecostos.