La detención de sus tres líderes se produjo tras el hallazgo de tres cuerpos torturados y desangrados. La investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE) comenzó tras el descubrimiento de tres cadáveres maniatados y embolsados cerca del panteón Los Olivos.

Las indagatorias revelaron que las víctimas habían sido secuestradas en la colonia Los Venados, donde fueron sometidas a torturas, degolladas y desangradas.

El propósito era utilizar su sangre en rituales dedicados a la Santa Muerte. Las autoridades identificaron y capturaron a los presuntos responsables: Álvaro “N”, alias “El Santero”, quien lideraba el grupo, junto a sus cómplices Edgar “N”, apodado “El Árabe”, y Ricardo “N”, conocido como “El Filos”.

Durante los cateos realizados en un inmueble de la colonia Los Venados, la FGE encontró altares, veladoras, figuras metálicas, restos de animales y recipientes con sangre humana. Según la fiscal María Elena Andrade Ramírez, los detenidos, originarios de otros estados, buscaban establecer control territorial en Tijuana mediante actos de extrema violencia disfrazados de prácticas religiosas.

Ahora enfrentan cargos por homicidio calificado con ventaja, mientras se investiga su posible conexión con otros crímenes en la región.