
Colapso de acueducto deja sin agua a más de 600 colonias en Tijuana y Rosarito
Una masiva fuga en el acueducto Florido-Aguaje, una pieza de infraestructura con más de 40 años de antigüedad, provocó un corte de agua de al menos 72 horas para 632 colonias de Tijuana y Rosarito, evidenciando la vulnerabilidad del sistema de suministro de la región. La ruptura, ocurrida el 9 de septiembre en el bulevar Díaz Ordaz, se debió al colapso de una tubería de acero de 54 pulgadas instalada en 1982, cuya vida útil, según el director de la Comisión Estatal de Servicios Públicos de Tijuana (CESPT), Jesús García Castro, había concluido en 2002. El estallido generó un chorro de agua que alcanzó varios metros de altura, provocando un socavón de 15 metros de largo, el cierre de vialidades, daños a cuatro vehículos y la pérdida total de un puesto de comida. García Castro informó que la reparación tomaría 36 horas, con otras 36 horas para la estabilización del sistema, y que ya existía un proyecto para reemplazar un tramo de 250 metros del acueducto a finales de año con una inversión de 40 millones de pesos. La emergencia obligó a la suspensión de clases presenciales en planteles como la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas. Días después del incidente, residentes de colonias como Salvatierra, Santa Fe y Urbi Villa del Prado seguían reportando la falta de servicio, lo que demuestra el profundo impacto del fallo y la presión sobre una infraestructura crítica que no fue reemplazada a tiempo, a pesar de que su deterioro era conocido por las autoridades.



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